El problema

Nuestra sociedad parece profundamente impotente para prevenir los abusos sexuales a menores.

Nos enfrentamos a una crisis de salud pública mundial que, por su propia naturaleza, es en gran medida inmune a las herramientas habituales que utilizamos para abordarla. De hecho, estas herramientas a menudo sirven para perpetuar el daño en lugar de apoyar la curación colectiva y aumentar la prevención.
pétalos de acuarela púrpura
menos del 12
de los casos se denuncian a las fuerzas de seguridad
silencio

La respuesta más común a las revelaciones de abusos sexuales a menores es apartarse de los sistemas creados para mantener a los niños a salvo. Preguntémonos por qué.

Las instituciones gubernamentales creadas para garantizar la seguridad de los niños a veces pueden hacerlo, pero a un coste significativo para el tejido del sistema familiar. La expulsión forzosa de un miembro de la familia puede ser un acontecimiento perjudicial y traumático para el niño perjudicado. Aunque la seguridad de un niño no merece nada menos que la rapidez y la garantía que el sistema de justicia penal está preparado para proporcionar, también es revelador que menos del 12% de los casos revelados se remitan a las fuerzas del orden. Las víctimas y sus familias necesitan una respuesta más holística y otro tipo de apoyo.

En lugar de volver a la familia "curadas", las víctimas dicen sentirse más aisladas, perjudicadas por las reacciones desinformadas de los miembros de la familia e incapaces de reintegrarse en un sistema familiar en el que la narrativa no ha cambiado.  
AISLAMIENTO

La curación se aborda a menudo como un esfuerzo en solitario, lo que aumenta la experiencia de aislamiento y vergüenza.

A menudo se deja en manos de la víctima la tarea de averiguar qué necesita al margen del sistema familiar. Su apoyo se relega a profesionales ajenos al sistema familiar, como si la única afectada fuera la víctima. Cuando ignoramos el papel de la familia en el proceso de curación y reparación, perpetuamos la experiencia del daño. La dinámica familiar, ya de por sí frágil, puede fracturarse aún más si la víctima emprende sola su viaje de curación.

líneas de acuarela verde formando un arco

Partiendo de una forma diferente de pensar, empezamos con tres ideas:

1.

Cuando un niño o un joven sufre un daño sexual, ya sea por parte de alguien de dentro o de fuera del sistema familiar, todos los miembros de la familia se ven afectados negativamente.

2.

Cada miembro adulto de la familia debe hacer su propio trabajo individual para comprender su papel en la seguridad, la curación y la responsabilidad del sistema familiar.

3.

Sanamos cuando comprendemos la profunda interconexión que tenemos unos con otros. Todos desempeñamos un papel importante en la curación, reparación y prevención del daño sexual.

Hidden Water ofrece una respuesta alternativa para hacer frente a las secuelas del abuso sexual infantil.